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Psicología

Preocupación por las pantallas

Usos y abusos de dispositivos conectados y estrés percibido.

Estamos rodeados de pantallas: teléfonos móviles, tablets, asistentes de voz, relojes inteligentes, ordenadores… ¿Nos debería preocupar el uso abusivo de estos dispositivos?

La primera dificultad que nos encontramos al tratar de responder esta pregunta es la de definir que se entiende por uso abusivo, ¿qué criterios utilizamos: tiempos de uso, tipos de uso? Algunos estudios sobre el tema se preguntan incluso si podemos hablar de adicción y en qué casos1.

El uso generalizado de dispositivos conectados a internet nos plantea el dilema de si nos encontramos con una cuestión problemática susceptible de ser considerada un trastorno, un problema para la salud de las personas, o si es “simplemente” otra forma de estar en el mundo. No es una cuestión fácil de responder pero probablemente hay un poco de las dos cosas.

El smartphone es el dispositivo principal a analizar en este sentido y haciendo un poco la caricatura podemos hablar de él como una extensión de nuestra mente, en ocasiones parece incluso que de nuestro cuerpo. El teléfono móvil ha cambiado nuestra forma de comunicarnos, nos permite estar permanentemente conectados a nuestra red social y da acceso al contenido online y a la comunicación en cualquier momento. Estamos permanentemente conectados leyendo y respondiendo a los mensajes inmediatamente, a menudo en paralelo a otras actividades. Revisar los avisos de las aplicaciones buscando las reacciones de los demás o nueva información que pueda aparecer se ha convertido en un hábito. Algunos investigadores le han llamado a esto vigilancia online y han encontrado diferencias entre los usuarios en cuanto al tiempo que pasan pensando en la comunicación online, en el contenido online o en los eventos online; diferencias en cuanto a la motivación a responder inmediatamente a los mensajes y también en cuanto a la tendencia a la observación activa del contenido y las actividades online.

Estamos siempre disponibles y conectados. Y esto, que tiene sus ventajas, también tiene inconvenientes. Las nuevas demandas comunicativas que aparecen con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han sido asociadas con altos niveles de estrés tanto en el trabajo como en el tiempo de ocio. Se habla en este sentido del estrés digital y se le ha relacionado sobretodo con la multitarea, cuando al menos una de las actividades que se realiza está mediada por algún dispositivo conectado, por ejemplo hacer la comida y mantener una conversación por whatsapp mientras se escucha la radio; se le relaciona también con el pensamiento constante en la comunicación online, el contenido o los eventos online (A. Freytag et al., 2020), aspecto que hemos mencionado anteriormente de la vigilancia online.

Sucede que en el día a día seguimos adelante sin pensar demasiado en lo que sentimos o en cómo nos afectan las experiencias que vivimos. Solamente cuando el malestar es muy grande o nos impide ser productivos o relacionarnos sin problemas, solamente cuando pasa esto paramos y tratamos de reflexionar sobre lo que nos pasa. Y lo que se habla en este texto también nos pasa, utilizamos el teléfono móvil y estaría bien tomar consciencia de cómo lo utilizamos y de qué manera nos puede afectar su uso. Para eso la mayoría de teléfonos tienen la opción de que el usuario pueda comprobar el tiempo de uso y las aplicaciones más utilizadas, es una medida objetiva del tiempo así que puede ser interesante echar un vistazo. Independientemente de que los demás nos puedan dar un feedback de lo que ven o nosotros mismos pensemos en ello.

1 De-Sola Gutiérrez J, Rodríguez de Fonseca F y Rubio G (2016). Cell-Phone Addiction: A Review. Frontiers in Psychiatry, 7: 175. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2016.00175

Referencias

Freytag A., Knop-Huelss K., Meier A., Reinecke L., Hefner D., Klimmt C. y Vorderer P. (2020). Permanently Online – Always Stressed Out? The Effects of Permanent Connectedness on Stress Experiences. Human Communication Research, 47 (2), 132-165. https://doi.org/10.1093/hcr/hqaa014